Vengo a rescatar el changarro.
A últimas fechas, como que hay muchos temas maternales de los cuáles podría abordar, en general la mayor parte de ellos se engloban en mis expectativas, temores y dudas relacionadas a la evolución de mi feto.
Hartamente interesante para los que no están en el mismo canal. Yo entiendo, anteriormente estos temas a mí me han resultado somníferos.
Sinceramente solo hay que estar con tantito miedo y aprehensión para ponerse a leer frenéticamente al respecto. ¡Ah benditas madres que no tuvieron que enfrentarse a los ultrasonidos ni a los examenes de laboratorio!. En fin, ¿yo qué cuentas vengo a dar?.
Mientras el mundo gira, y unos se espantan por que se unan gays, como alguna vez mi madre se espantó con alguno que otro "noviecillo" que le platiqué. Yo emitiré mi opinión, que solo es relevante para la que escribe. Dejen amarse los unos a las otras, y unos con otros y otras con aquellas. Uno puede asociarse con quien se le dé la gana, siempre y cuando las partes estén en común acuerdo.
Pero ahora se le suma la posibilidad de que puedan adoptar a un hijo. A mí hasta hace unos años, me hacía ruido. Ahora ya no.
Adoptar no es sencillo, y no solo por el trámite burocrático. El acompañante y yo alguna vez mencionamos la posibilidad y supimos una vez puestas sobre la mesa nuestras razones, que no compartíamos el deseo de criar un hijo adoptado. Apreciamos y respetamos a quien sí lo hace. Así que en carne propia sé que no es sencillo decidir optar o no por la adopción, no basta el solo hecho de querer ser padres, hay muchos otros aspectos de por medio que hay que analizar y decidir antes.
Todo esto, porque me parece extraño que se piense como "antinatura" que una pareja gay pudiera en un momento dado, en nuestro país tener la opción de adoptar un hijo. No, no lo es. Es natural querer criar un hijo, si se acepta y se tienen las condiciones para hacerlo. Pensar que la sola condición de homosexualidad es razón suficiente para descartar a alguien como buen padre es insostenible. De no permitirse la adopción, está el camino de donantes y medios de reproducción asistida, otro detallito en el que tampoco muchos estarán de acuerdo.
Para los más asustados por lo que nos depara esta hecatombe, tranquilícense, de hecho es algo que ya ocurre, hay numerosas parejas heterosexuales en apariencia, donde uno de los padres es gay de clóset, y cría tan bien o tan mal como el heterosexual. Solo que lo hace calladito. Y al revés, muchos padres heterosexuales no son los mejores padres para sus hijos biológicos, y pocas veces se les piden cuentas o se les sanciona. El ser gay o ser heterosexual no es el indicador más fiable para saber quién es o no un buen padre-madre.
Entonces, ¿cuál es el problema?.
A últimas fechas, como que hay muchos temas maternales de los cuáles podría abordar, en general la mayor parte de ellos se engloban en mis expectativas, temores y dudas relacionadas a la evolución de mi feto.
Hartamente interesante para los que no están en el mismo canal. Yo entiendo, anteriormente estos temas a mí me han resultado somníferos.
Sinceramente solo hay que estar con tantito miedo y aprehensión para ponerse a leer frenéticamente al respecto. ¡Ah benditas madres que no tuvieron que enfrentarse a los ultrasonidos ni a los examenes de laboratorio!. En fin, ¿yo qué cuentas vengo a dar?.
Mientras el mundo gira, y unos se espantan por que se unan gays, como alguna vez mi madre se espantó con alguno que otro "noviecillo" que le platiqué. Yo emitiré mi opinión, que solo es relevante para la que escribe. Dejen amarse los unos a las otras, y unos con otros y otras con aquellas. Uno puede asociarse con quien se le dé la gana, siempre y cuando las partes estén en común acuerdo.
Pero ahora se le suma la posibilidad de que puedan adoptar a un hijo. A mí hasta hace unos años, me hacía ruido. Ahora ya no.
Adoptar no es sencillo, y no solo por el trámite burocrático. El acompañante y yo alguna vez mencionamos la posibilidad y supimos una vez puestas sobre la mesa nuestras razones, que no compartíamos el deseo de criar un hijo adoptado. Apreciamos y respetamos a quien sí lo hace. Así que en carne propia sé que no es sencillo decidir optar o no por la adopción, no basta el solo hecho de querer ser padres, hay muchos otros aspectos de por medio que hay que analizar y decidir antes.
Todo esto, porque me parece extraño que se piense como "antinatura" que una pareja gay pudiera en un momento dado, en nuestro país tener la opción de adoptar un hijo. No, no lo es. Es natural querer criar un hijo, si se acepta y se tienen las condiciones para hacerlo. Pensar que la sola condición de homosexualidad es razón suficiente para descartar a alguien como buen padre es insostenible. De no permitirse la adopción, está el camino de donantes y medios de reproducción asistida, otro detallito en el que tampoco muchos estarán de acuerdo.
Para los más asustados por lo que nos depara esta hecatombe, tranquilícense, de hecho es algo que ya ocurre, hay numerosas parejas heterosexuales en apariencia, donde uno de los padres es gay de clóset, y cría tan bien o tan mal como el heterosexual. Solo que lo hace calladito. Y al revés, muchos padres heterosexuales no son los mejores padres para sus hijos biológicos, y pocas veces se les piden cuentas o se les sanciona. El ser gay o ser heterosexual no es el indicador más fiable para saber quién es o no un buen padre-madre.
Entonces, ¿cuál es el problema?.