miércoles, 29 de diciembre de 2010

De vuelta a casa

La gozamos de lo lindo durante los días que estuvimos en Oaxaca. Aunque el tiempo como siempre fue corto, de tiempo completo disfrutamos a la familia cercana, muy cercana. Tuvimos visitas de amig@s entrañables, Rebeca conoció a parte de su parentela e hizo nuevas amistades.


Ahora en nuestra realidad habitual, volvemos a hacernos compañía día y noche. Aburridas es lo último que estamos. Para muestra, basta un botón, en forma de video.
Disculparán las greñas, pero lo hemos grabado hoy en las primeras horas de la mañana.

sábado, 18 de diciembre de 2010

El éxodo

Emprendimos nuestra salida. Siendo el primer viaje para la amita, no puedo negar la tensión que esto significa, por los siguientes asegunes.
Viajar solas, sin más escolta que nuestro espíritu que si no es santo, está en lista de espera para serlo.
Viajar en camión, en un país que no está muy modernizado para un viaje cómodo y seguro para transportar bebés ni chicos, ni grandes, ni jóvenes muy maduros.

Afortunadamente hasta donde tuve el control hubo facilidades. A pesar de que los infantes viajan "gratis", solo aplica si el padre o tutor los carga todo el camino., entonces aparece la ganga que tomamos sin rechistar, que es pagar medio boleto a fin de que ocupe su asiento totalmente a sus anchas.
Dicho y hecho. Mi asistente nos encaminó hasta acomodarnos en nuestros asientos. Así mi única preocupación fue dar las instrucciones y dejar mis maletas en sus manos, en las mías iba mi hija y en mi lomito sus mamilas, muda de ropa, leche, etc. Dinero, identificación y boletos a la mano.

Primera contrariedad, cuando me dicen que no puedo subir el portabb al autobús. Ya imaginarán el angelical rostro de godzilla que puse. Pero ni por error!, es más me pregunto por qué no es obligatorio que un bebé viaje en un asiento adecuado. Salvado ese mal entendido, y aclarando que mi hija ocuparía su asiento con su chirristor y sus cinturones de seguridad, nos dieron la bienvenida.
El resto del viaje iba transcurriendo sin contratiempos hasta que el autobús se detuvo. Hora y media después volvió a ponerse en marcha. Los primeros 10 minutos, 20, 30, me entretuve hilando historias terroríficas, se me da lo de crear escenarios de todo tipo, lamentablemente ya me estaba consumiendo la incertidumbre. Lamentablemente el país tiene un ambientito que a las primeras de cambio uno piensa, ya nos van a asaltar o algo parecido. Luego piensas si es un retén de militares o de narcos, y ya de últimas pues un accidente cuadra por el tiempo de espera. En efecto, resultó ser la última opción. De los males el menor.
Y nadie por nada en el mundo tiene la decencia de avisar. Oigan fulanos hijos de vecino, fígurense que hubo un accidentote pero estamos trabajando y en cuanto sea posible podrán continuar su recorrido. No, solo era oscuridad total, y hasta que pasamos por el nudo del accidente, encontrabas la explicación al tiempo de espera.

Mi ama, que de cuna le viene la nobleza, se portó a la altura, solo despertó en una ocasión de modo poco amable para exigir su pomo. Una vez que tenía la barriga llena decidió tomarse una siesta larga, y que ahí le avisara en cuanto llegara, para bajarla sin zangolotearla mucho porque quería llegar bien peinada a ver a sus parientes que estarían esperándola. Agradezco a la bendita siesta y que no hubo necesidad de un cambio sanitario. El autobús cuenta con estación para bebés y realizar el cambio necesario. Lo que no existe es la cápsula antigravitacional. O cómo diablos sostiene uno las cosas y al hijo y limpias, y sostienes la tabla de la estación, combinado con que tienes que mantenerte en posición vertical, sin caerte en un vehículo en movimiento.
A lo mejor necesita uno unas botas y unos guantes con una sustancia adherente... preferí no averigüar como hacerlo.
Luego de muchas horas de recorrido y parada, mi amita hizo su llegada triunfal, aunque un poco desfajada.
Colgada en el interior de la cangurera, y con Morfeo ganándole las vencidas, llegó, repartiendo babas sin besos. Otro necesidad de otro pomo para recomponerle y ahora sí a sonreír aunque ya los fotógrafos habían partido.

Ahora que fui la última en bajar y en recoger mis triques. Porque han de saber, el planeta de los simios es así. Ni embarazada ni con bebé en brazos piensan que puedes necesitar alguna facilidad o preferencia. En cambio, todos se apelotonan y si te atropellan mucho mejor. Solo una persona me preguntó si necesitaba ayuda, la cual agradecí con una amplia sonrisa, y aunque no fue necesaria su ayuda, mi mayor agradecimiento fue en que fortalece mi esperanza. Todavía hay humanos en este planeta.

Lo que sigue es ir a agarrar defensas, con unas ricas viandas locales.

Y a repartir abrazos y buenas vibras que en estos días hacen mucha falta.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Entumecimientos S.A.

Me duele todo, toooodo mi hermoso y escultural cuerpo.

O sea que el dolor es intenso.


En los últimos días, estuve bajo mucha presión. Lo sé, poca gente visita por acá y hacen bien, no hay muchas novedades.
De repente sucede que a falta de emociones fuertes, un día alguien aprieta un botón y te mandan una dotación marca "llorarás", para que te entretengas un rato.
Normalmente reacciono muy bien al estrés, si no, no sería médica, por ejemplo. Donde se tuerce todo es cuando se involucra a la gente que más amo. Y de todas a una en especial.
Ayer, ya no sabía ni a que santo enconmendarle, a mí no croe que me haga mucho caso la corte celestial, pero a quien les encomendé sin duda debe tener un buen capital de buenas obras y estar entre las almas favoritas de todos los santos. Pasada la una de la tarde, se acabó el suplicio. Saberla con bien, era todo lo que necesitaba escuchar. De ahí en adelante, todo ha vuelto a ser alegria y fiesta.
Aunque hoy he amanecido con una cruda emocional. Recién abrí los ojos a las 6 de la madrugada solo porque mi título nobiliario de madre no me permiten hacer caso omiso de los llantos de mi hija. Lo único que quería era comida y seguir durmiendo. Así que en calidad de zombie me incorporé a prepararle su mamila, espero haber usado las cantidades correctas, comió, solo esperé decentemente a que emitiera su gracioso y encantador eructo acostumbrado, y nuevamente me dispuse a acomodarla en su cuna. No tardé ni 30 segundos en volver a caer en un estado de sueño profundo, ni siquiera sé si volví a cubrirme con la montaña de cobijas. Dormir y dormir es todo lo que mi cuerpazo quería. Supongo que fue suficiente con 2 semanas de estrés para que mis defensas bajaran, hoy siento que me quiere dar un resfrío, me duelen hasta los músculos intercostales -para los poco versados en esas palabrejas dice: entre las costillas-.

Ah, pero qué creen? me voy de vacaciones... Oh sí. Ahí les contaré cómo estará la aventura de "El éxodo", en donde un sinfín de aventuras nos esperan, cargando desde el portabebé hasta el muñeco canelito, para que la amita viaje con la diversión y comodidades a las que está acostumbrada. Al fin y al cabo, la madre tiene un lomo amplio y fuerte.

Así que si a mi cuerpo se le está antojando enfermarse, que se componga en menos de 3 días porque no estamos como para sistemas inmunes enclenques ni pretextitos de ese tipo.

Otros chismes de este mismo blog

Blog Widget by LinkWithin