viernes, 17 de febrero de 2012

Colores





Mi padre tuvo una papelería y librería, hace muchos años cuando todavìa era pequeña. Por supuesto la librerìa no fue negocio, como parece no serlo ahora salvo alguna que otra. Yo recuerdo con emociòn esos dìas en que me sentaba atràs del mostrador, sin olvidar las pequeñas ganancias en especie que obtenìamos mis hermanos y yo.
Hoy fui a buscarle otro juego de crayones y colores a mi hija. Parece un vicio, pero me alegra verla intentar hacer unos rayones en sus cuadernos. Nuevamente observè aquella caja de colores que siempre he querido y jamàs me he decidido a adquirir, por alguna u otra razòn me hipnoptiza. Reconozco que mis habilidades para el dibujo no son muy buenas, no como las que demostraba mi hermana desde edades muy pequeñas, ni como las de mi acompañante que es un caricaturista que niega su propio talento. Lo mìo es hacer monitos y colorear a nivel kindergarden.

Algun dìa ese bonche de colores seràn mìos y viendo mi ticket de compra, casi gastè la mitad de su costo en làpices que no tienen esa gama de tonos.
Igual pueden anotarlo como opciòn de regalo, y haràn feliz a una niña que nunca ha dejado de serlo.

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